El prólogo de este libro es de Marwan (haz clic aquí para leer la reseña de La triste historia de tu cuerpo sobre el mío), lo que nos anticipa que se trata de algo que merecerá la pena. Diego Ojeda es cantautor y, al igual que Marwan, ha decidido pasarse a la poesía. En realidad, ya era poeta antes de publicar el libro, solo que tal vez no lo sabía. Echadle un vistazo a sus canciones, que acaba de sacar disco (Por culpa de la poesía) y quizá os mole.
Después de que Marwan nos cuente cómo conoció a Diego (en otra vida), arranca el libro con Confesiones y nos mete de lleno en un vuelo en el que no faltarán turbulencias.
Cada poema de este libro ha sido escrito en un vuelo, en un avión. Diego Ojeda viaja a menudo entre Madrid y Gran Canaria (su ciudad de origen), pero también nos encontraremos poemas en el libro que han sido escritos en el cielo entre Madrid y Toronto, Toronto y DF o Roma y Madrid, entre otros muchos vuelos.
El libro está dividido en cuatro partes. Después de las Confesiones empieza la primera parte: Velocidad de no retorno. En esta primera parte nos encontramos poemas sobre el olvido, sobre amores fugaces a velocidad de altos vuelos, sobre mujeres que son como el invierno. Me gusta mucho un poema muy cortito, Puntos suspensivos, que dice:
Este poema que nunca terminaré
se parece a nosotros...
Julio 2011 - Gran Canaria > Tenerife
Las dos botellas, Sábanas heridas o Protagonistas son poemas que me han gustado mucho.
La segunda parte, Equipaje de mano, habla sobre el amor por las pequeñas cosas: una botella de vino a medias, un charco, un abrazo, una niña de un año y pequeños ojos azules, un botiquín, un abrazo... Pequeñas cosas que en realidad no son tan pequeñas.
Me encanta Ciudad que habito, un poema precioso a Madrid (todo el mundo sabe que Madrid es una mujer y todos los poetas que hemos vivido en ella nos hemos enamorado de ella sin saberlo); Paula, Caminos y Adolescencia también son geniales.
La tercera parte, Chaleco salvavidas, está dedicada del todo al amor. Al amor sin ataduras, a saltar sin paracaídas. Me encantan Miércoles dormido, Paracaídas, A pesar de los aviones, que da nombre al libro, y, sobre todo, Entre nosotros, un poema cortito que es perfecto:
No hay prisa, no hay prosa,
entre tú y yo, sólo hay poesía.
Julio 2011 - Tenerife > Gran Canaria
Salida de emerencia es la última parte del libro, poesía social en estado puro, sueños de un mundo sin injusticias en los que se tocan temas como la crisis económica, la violencia de género, la esperanza.
Autoridades sanitarias me ha encantado, como también lo ha hecho Hoy y Estaciones.
El libro lo cierra Fernando González Lucini con el epílogo antes de un poema final que nadie se espera. Recomiendo siempre leer hasta la última página.
Este es un libro con cantidad de poemas que os encantarán. El estilo de Diego Ojeda es muy actual (nada de rimas innecesarias), cargado de imágenes preciosas. Es tan bueno que da gusto leerlo varias veces. Yo ya lo he leído tres veces. ¡Dadle una oportunidad! Puedes comprarlo pinchando aquí
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Eso es todo, ¡un saludo!
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