¡Hola! Estoy leyendo La puerta de las tinieblas, de Massimo Pietroselli, y aquí os dejo un pequeño párrafo de dicha novela. Atentos.
En el piso, Sonzogno se defiende como puede, es un hombre robusto y enérgico, que ha defendido su honor en diversos duelos; pero está desarmado, mientras que el asesino cuenta con un arma de carnicero con la que, efectivamente, hace una carnicería: un cuchillo de doble hoja lanceolada, de más de veinte centímetros de longitud, que lleva grabados extraños símbolos cabalísticos.
Y ahí lo dejo, para dejaros con el gusanillo y que os animéis a leerlo, que de momento me está molando.
¡Un saludo!
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