Reseña: El juego de Gerald, de Stephen King

¡Hola a todos! Hoy os traigo la reseña de este libro de Stephen King que compré hace un par de semanas: El juego de Gerald. En realidad tendría que ser la de Un saco de canicas, que lleva mucho tiempo en mi estantería y era el siguiente libro de mi lista de lectura, pero Stephen King se ha adelantado. Echaba de menos leer una de sus novelas y, esta vez, he dejado que se cuele en la lista. Próximamente os traeré la reseña de Un saco de canicas, no os preocupéis. Así que, vamos a la reseña.

SINOPSIS

En una cabaña aislada, desnuda y esposada a la cabecera de la cama, Jessie asiste inerme al macabro desenlace del juego erótico de Gerald, el hombre con quien ha convivido durante veinte años y que está tendido en el suelo junto al lecho. 

Acuciada por el hambre y la sed, asediada por los fantasmas del pasado, adquiere conciencia de que la realidad es más pavorosa que la peor de sus pesadillas.

COMENTARIO

Jessie está metida en un aprieto, un aprieto bastante grave. Estaba a punto de divertirse con su marido, Gerald, en la casa que tienen alejada de todo, la típica casa cerca de un lago, cuando, atada a las barras de la cama con unas esposas, se da cuenta de que en realidad no se va a divertir lo más mínimo y le pide a Gerald que le quite las esposas. Se cabrea un poco porque él se niega y, casi sin darse cuenta, se encuentra a su marido en el suelo sobre un charco de sangre, y ella ahí, casi desnuda, atada a la cama con unas esposas.

Y el problema es que no puede hacer nada.

En esa situación, Jessie empieza a recordar cosas del pasado, de una tarde concreta que pasó con su padre en otra casa cerca de otro lago. Un recuerdo que -me parece a mí- es menos fuerte de lo que debería haber sido. Para ser cosa del gran Stephen King creo que ahí se quedó flojo.

La novela en general está centrada en Jessie y en su situación: atada a la cama escuchando el ladrido de un perro a lo lejos, el sonido de los pájaros y el motor de una motosierra en algún bosque no muy cercano. Y cae la noche. Y las sombras de la casa, que, para qué engañarnos, la tienen muerta de miedo.

Además, Jessie es una mujer curiosa. A sus treinta y nueve años, tiene voces en su cabeza, que son ella misma. No sé qué pensaréis, pero ¿no os parece verdaderamente interesante? Jessie discute con las voces de su cabeza y ellas discuten con ella misma, que atada a las barras de la cama está acercándose a la locura. Normal, ¿no? No quiero spoilear, pero os diré que

el final es impresionante.

En lo referente al estilo, el estilo es el propio de Stephen King, así que has leído algo suyo sabrás a lo que me refiero. Te mete mucho en la mente del personaje, como hace siempre. En esta ocasión solo es el personaje de Jessie; en otras novelas suyas te mete en la mente de muchos personajes, como en La cúpula. Y desde ese punto de vista es thriller psicológico de lo mejorcito. 

En definitiva, una novela muy tipo Stephen King, quizás no tan elaborada como otras, pero porque la historia no podía ser otra ni de otra manera. Recomendable sin duda.